Es aquella en que sus hojas deslizan sobre unos carriles, desplazándose a la izquierda o derecha para la apertura del hueco. Al contrario de las ventanas practicables, que se abren abatiéndose sobre las bisagras situadas en los laterales.
En las ventanas correderas, las hojas deslizan sobre el marco, ayudadas por un sistema ruedas que permiten un suave desplazamiento, por lo que siempre es imposible abrir la totalidad del hueco, ya que las propias hojas taparan una parte de él.
1. No ocupan espacio y no invaden el espacio interior en su apertura.
Como hemos dicho las hojas de las ventanas se desplazan a izquierda y derecha, con lo cual quedan siempre situadas sobre el marco de la ventana. Por lo tanto en su apertura no invaden zonas interiores y no quitan espacio de la habitación. Se evitan también así posibles golpes de personas con las ventanas abiertas.
2. Marcos y hojas más pequeños, mayor luminosidad.
Son sistemas muchos más sencillos que una ventana practicable. Por lo tanto, los perfiles de marcos y hojas suelen ser más delgados, por lo que la superficie del vidrio es mayor. Permite por lo tanto este tipo de ventanas una mayor entrada de luz al permitir una mayor superficie acristalada para un mismo tamaño de hueco.
3. Sistemas más económicos.
Al ser los perfiles de marco y hoja más sencillos y el mecanismo de los herrajes también más simple, suelen ser sistemas más económicos. Por eso han sido tradicionalmente en España, estas ventanas correderas las ventanas más fabricadas con perfiles de aluminio bajo precio y de una muy baja calidad.
4. Muy usadas en puertas.
Los sistemas correderas tienen realmente su sentido de uso cuando se utilizan en puertas más que en ventanas. En puertas nos permite la instalación de grandes huecos, en los que la hoja se desplaza de forma fácil hacia un lateral para permitir el paso de las personas. En el caso de huecos grandes como sucede en las puertas, un sistema practicable puede que ocupe un gran espacio de apertura que lo haga no viable.
1. Menor aislamiento térmico.
Los perfiles de ventanas correderas son mucho más sencillos que los practicables. Son más estrechos, cuentan con un menor número de cámaras y por lo tanto su valor aislante térmico es muy inferior. De la misma forma permiten alojar vidrios de menores espesores por lo que también nos limita a la hora de poner vidrios con cámaras de mayor tamaño y dobles o triples acristalamientos.
Además de esto las hojas de las ventanas correderas, simplemente tienen para hacer la estanqueidad un sistema de cepillos que deslizan sobre el marco y que no garantizan una estanqueidad total de la ventana. De hecho, los valores de permeabilidad al aire de una ventana corredera son muy inferiores a los de una practicable. Por lo tanto tiene filtraciones de aire lo que también empeora el aislamiento térmico.
2. Menor aislamiento acústico.
Como decimos, al tener un sistema de cierre no estanco, obtienen una baja clasificación de permeabilidad al aire, por lo que esto implica un menor aislamiento acústico, ya que cualquier pequeño orificio en la ventana, arruina el aislamiento acústico de la ventana. Incluso aunque una ventana corredera le pongamos vidrios acústicos, el aislamiento global de la ventana será bastante deficiente.
3. Problemas se seguridad.
Las ventanas de correderas suponen un problema de seguridad para la limpieza, ya que en muchos casos el usuario no puede alcanzar a limpiar la parte más exterior de los cristales. Muchas veces la única forma de hacer una limpieza total de los cristales, es quitando las hojas de la ventana, lo que supone un trabajo adicional para un usuario doméstico.
De hecho, las ventanas correderas a partir de ciertas medidas están prohibidas en obra nueva, precisamente por este problema de seguridad. Ya hemos comentado en algún artículo sobre personas se juega en literalmente la vida para limpiar sus ventanas.
4. Limitación en la apertura total del hueco.
Como hemos dicho, en una ventana corredera no podemos abrir la totalidad del hueco, ya que las hojas siempre se quedarán hacia un lado hacia otro dentro del carril del marco. Por ejemplo para ventanas correderas de dos carriles y dos hojas únicamente podremos abrir la mitad del hueco.
5. Un mayor mantenimiento.
Suelen acumular en el interior del marco bastante suciedad que resulta difícil de limpiar, al quedar esta atrapada entre los carriles del marco. Por lo tanto necesitan una mayor limpieza. Como hemos comentado también la limpieza de las hojas tiene una mayor dificultad ya que muchos casos nos veremos obligados a tener que quitar hojas de la ventana.
Cuando hablamos de ventajas e inconvenientes de las ventanas correderas debemos hacer hincapié que fundamentalmente nos estamos refiriendo a las ventanas y no a puertas correderas.
Los sistemas de puertas correderas, tiene soluciones propias para puertas correderas, que poco o nada tienen que ver con los sistemas de ventanas.
Por lo tanto nuestra recomendación, como regla general, es que para ventanas utilices siempre que te sea posible ventanas practicables oscilobatientes en lugar de ventanas correderas.
Tendrás mucho más aislamiento térmico y acústico, una limpieza muy fácil que basta con abrir las hojas para poder limpiar tanto por dentro como por fuera.
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Técnicamente, es aquella que permite la apertura de una o dos hojas que giran sobre los marcos laterales, a los que están unidas mediante bisagras.
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Doble función de apertura, vertical y horizontal. Gran versatilidad por su doble apertura interior, que permite diferentes niveles de ventilación.
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Son aquellas estructuras de ventanas correderas en forma de acordeón o fuelle. Son especialmente útiles para huecos de gran anchura.
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